Un nuevo efecto secundario: la caída del cabello
Ozempic, Mounjaro y otros fármacos agonistas del GLP-1 están transformando radicalmente el panorama del control de la diabetes y la pérdida de peso. Pero ahora, los expertos se pronuncian sobre un efecto secundario potencialmente desagradable: la caída del cabello.
De hecho, los salones de California, Nueva York y Ohio han empezado a notar extrañas mudas entre los clientes que usan el popular medicamento. Por ejemplo, la estilista Briana Delvecchio, de Cleveland, ha observado que casi uno de cada cinco clientes sufre problemas capilares relacionados con Ozempic.
Mientras tanto, la estilista Becky Watt, de San Diego, observa que hasta la mitad de sus clientas pierden volumen capilar en unos meses. De ahí que haya levantado la sospecha de que algo más profundo está en juego.
Por qué ocurre
Aunque alarmantes, los fármacos GLP-1 en sí no provocan la caída del cabello. En cambio, la caída del cabello se debe al fenómeno del efluvio telógeno.
Cuando las personas pierden peso rápidamente, el cuerpo entra en modo de supervivencia. Como resultado, desvía energía de sistemas no esenciales, como el crecimiento del pelo. Por tanto, los folículos entran en una fase de reposo, que conduce a la caída.
También existe la alopecia, una enfermedad que afecta tanto a hombres como a mujeres. En los hombres, se conoce comúnmente como calvicie de patrón masculino. Concretamente, se presenta mediante el retroceso de las entradas y el adelgazamiento del pelo en la coronilla. ¿El culpable? Una sensibilidad genética a la hormona dihidrotestosterona (DHT).
En general, según los ensayos clínicos, el 2,5% de los usuarios de Wegovy declararon pérdida de cabello, frente al 1% del grupo placebo. De hecho, un estudio canadiense reciente descubrió que los usuarios de semaglutida tenían un riesgo un 50% mayor, especialmente las mujeres.
Así pues, aunque el fármaco desempeña un papel indirecto, el verdadero culpable es la pérdida rápida de peso y la deficiencia nutricional.
Historias reales de caída del cabello
Una mujer que perdió 9 kilos utilizando un fármaco GLP-1 notó que le salía pelo a mechones. Comprensiblemente, se asustó.
Sin embargo, tras añadir suplementos, aumentar las proteínas y utilizar Minoxidil tópico, la caída se ralentizó. Del mismo modo, una licenciada universitaria de 21 años dijo haber perdido un tercio del volumen de su cabello. Necesitó meses de cuidados del cuero cabelludo y paciencia antes de que volviera a crecer.
En general, estas historias no son aisladas. En todos los foros y redes sociales, los usuarios se sienten identificados.
Lo que recomiendan médicos y estilistas
El Dr. Philip Rabito, endocrinólogo, dice que el problema es temporal.
“Es una respuesta al estrés físico grave, y la pérdida de peso se considera inanición”, señaló, en declaraciones al New York Post.
“Es la rapidez de la pérdida de peso lo que se correlaciona con la cantidad de pérdida de pelo”, añadió.
Además, los médicos instan a los pacientes a controlar la ingesta de nutrientes. En particular, el hierro, las proteínas, el zinc y las vitaminas del grupo B desempeñan papeles clave en la salud de los folículos. Por tanto, los análisis de sangre y la intervención precoz son importantes.
En general, los peluqueros recomiendan evitar los tratamientos químicos agresivos durante este periodo. También aconsejan masajear el cuero cabelludo, peinar con poco calor y utilizar champús suaves para reducir la tensión en los folículos.
Actúa, mantente informado
Afortunadamente, este efecto secundario no tiene por qué ser permanente. Aunque el shock inicial pueda resultar angustioso, existen soluciones.
Los expertos hacen hincapié en la transparencia. Los pacientes deben comprender este riesgo antes de iniciar la terapia con GLP-1. Además, deben colaborar estrechamente con profesionales sanitarios y nutricionistas. Con los cuidados adecuados, el pelo suele empezar a crecer de nuevo en un plazo de tres a seis meses.
Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash