Los agonistas del receptor GLP-1, populares para controlar la diabetes y la obesidad, también pueden ayudar a mejorar el control de los impulsos y reducir las conductas adictivas. Así lo afirman científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y del Sistema de Atención Sanitaria de Asuntos de Veteranos de St.
Acerca del estudio GLP-1
Los investigadores revelan que estos fármacos, incluidos el Ozempic y el Wegovy, tienen efectos de gran alcance que van más allá de la pérdida de peso. Concretamente, podrían beneficiar significativamente a las personas que luchan contra la adicción y los comportamientos relacionados con la recompensa.
En los últimos años, los fármacos GLP-1 han transformado el tratamiento de la diabetes y la obesidad, regulando la glucemia y suprimiendo el apetito. Sin embargo, su impacto potencial en funciones cerebrales como la toma de decisiones, los sistemas de recompensa y la adicción ha despertado un interés creciente entre los investigadores.
Para llevar a cabo su estudio, los científicos analizaron más de dos millones de registros de personas con diabetes que tomaban medicación con GLP-1. En concreto, sus tratamientos tuvieron lugar entre el 1 de octubre de 2017 y el 31 de diciembre de 2023. El estudio comparó 175 resultados de salud de los veteranos que tomaban GLP-1 con los que tomaban otros medicamentos, como Glipizide, Januvia y Jardiance.
GLP-1 sobre el control de los impulsos y los antojos
Los investigadores descubrieron beneficios prometedores relacionados con los agonistas del receptor GLP-1. Los hallazgos sugieren que estos fármacos pueden reducir los riesgos de Alzheimer, demencia y adicción a sustancias. En particular, parecen mejorar el control de los impulsos y reducir la ansiedad, lo que ofrece esperanzas a las personas que luchan contra las conductas adictivas.
Además, el GLP-1 parecía disminuir también el riesgo de bulimia, autolesiones, pensamientos suicidas y trastornos psicóticos como la esquizofrenia. En concreto, redujo el riesgo de trastornos psicóticos en un 18%, el de Alzheimer en un 12% y el de trastornos adictivos en un 13%.
«Curiosamente, los fármacos GLP-1RA actúan sobre receptores que se expresan en áreas cerebrales implicadas en el control de los impulsos, la recompensa y la adicción, lo que explica potencialmente su eficacia para frenar los trastornos del apetito y la adicción», afirma Ziyad Al-Aly, director del Centro de Epidemiología Clínica del Sistema de Atención Sanitaria VA de San Luis.
«Estos fármacos también reducen la inflamación del cerebro y provocan pérdida de peso; ambos factores pueden mejorar la salud cerebral y explicar la reducción del riesgo de afecciones como la enfermedad de Alzheimer y la demencia», añadió.
Lo más destacable para Al-Aly fue el impacto consistente en los trastornos de adicción. Esto podría resultar beneficioso para quienes se enfrentan a la ansiedad por el alcohol, el cannabis, los opiáceos y el tabaco. Aunque los beneficios adicionales más allá de la diabetes han sido modestos, prometen ser eficaces junto con cambios en el estilo de vida u otros fármacos.
Riesgo de pancreatitis y problemas renales
Sin embargo, el estudio también puso de manifiesto mayores riesgos, como pancreatitis, problemas renales y complicaciones gastrointestinales. Por ejemplo, los investigadores hallaron una relación entre el uso de GLP-1 y un aumento del 11% del riesgo de artritis y del 146% del riesgo de pancreatitis.
A pesar de sus prometedores beneficios, los fármacos GLP-1 no están exentos de riesgos. Algunos pacientes experimentan efectos secundarios graves, como problemas renales y estomacales. Los profesionales médicos insisten en la importancia de la atención personalizada, teniendo en cuenta los factores de riesgo individuales y las condiciones de salud antes de prescribir estos medicamentos.
Aspectos a tener en cuenta
Comprender cómo influyen los fármacos GLP-1 en las funciones cerebrales es crucial para aprovechar sus beneficios. Estos ensayos podrían allanar el camino para un nuevo enfoque del tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias.
Los expertos subrayan que, aunque los resultados son prometedores, se necesita más investigación para comprender plenamente las implicaciones más amplias.
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