Con las tasas de obesidad disparadas y la demanda de medicamentos para perder peso más alta que nunca, Ozempic y Wegovy han disparado su popularidad. Sin embargo, estos medicamentos GLP-1 conllevan efectos secundarios como náuseas, vómitos y problemas digestivos. Recientemente, los científicos han descubierto una molécula que podría ofrecer los mismos beneficios sin las reacciones adversas habituales.
Descubrimiento de la molécula BRP
Científicos de Stanford Medicine utilizaron inteligencia artificial para descubrir el BRP (BPM/retinoic acid inducible neural specific 2, o BRINP2 (péptido relacionado con el BRINP2). El BRP es un péptido natural con propiedades supresoras del apetito similares al GLP-1. Desarrollaron el «Predictor de péptidos», un algoritmo que examinó 20.000 genes codificadores de proteínas en busca de secuencias biológicamente activas en el cerebro.
Sin embargo, a diferencia de los agonistas del GLP-1, que estimulan la producción de insulina y ralentizan la digestión, la molécula BRP parece funcionar de forma diferente. Concretamente, se dirige a las neuronas del cerebro que controlan el hambre, al tiempo que evita otras vías que causan efectos secundarios.
«Los receptores a los que se dirige la semaglutida se encuentran en el cerebro, pero también en el intestino, el páncreas y otros tejidos», afirma Katrin Svensson, profesora adjunta de Patología y autora principal del estudio.
«Por eso el Ozempic tiene efectos generalizados, como ralentizar el movimiento de los alimentos por el tubo digestivo y reducir los niveles de azúcar en sangre. En cambio, la BRP parece actuar específicamente en el hipotálamo, que controla el apetito y el metabolismo», añadió sobre la molécula.
A diferencia de los fármacos GLP-1, que afectan a múltiples sistemas, la BRP actúa de forma más focalizada. Como resultado, reduce el hambre sin provocar náuseas ni alterar la función intestinal. Las primeras investigaciones sugieren que este enfoque específico podría hacer de la BRP una alternativa más segura para el control del peso.
Resultados preclínicos prometedores
Hasta ahora, los estudios en ratones y minipigs han mostrado resultados impresionantes. Los animales tratados con la molécula BRP comían menos y perdían peso rápidamente. Y lo que es aún más alentador, no experimentaron náuseas ni pérdida de masa muscular, dos de los principales inconvenientes de los medicamentos basados en el GLP-1. Estos primeros resultados indican que la BRP podría revolucionar los tratamientos de pérdida de peso.
Actualmente, muchas personas luchan con los medicamentos GLP-1 debido a sus efectos secundarios. Al centrarse únicamente en el control del apetito, el BRP podría cambiar las reglas del juego. En concreto, este péptido podría permitir a más personas perder peso sin molestias, lo que conduciría a un mayor éxito a largo plazo. Si los ensayos clínicos confirman estas ventajas, el BRP podría convertirse en una poderosa herramienta contra la obesidad.
Próximos pasos en la investigación de moléculas BRP
Aunque los hallazgos son apasionantes, los investigadores deben realizar primero ensayos en humanos antes de que la molécula BRP llegue al mercado. Los investigadores tienen previsto iniciar pronto las pruebas clínicas, para garantizar la seguridad y eficacia del péptido en las personas. Si tiene éxito, este descubrimiento podría remodelar el panorama de los tratamientos para la pérdida de peso.
«La falta de fármacos eficaces para tratar la obesidad en humanos ha sido un problema durante décadas», señaló Svensson. «Nada de lo que hemos probado hasta ahora se ha comparado con la capacidad de la semaglutida para disminuir el apetito y el peso corporal. Estamos ansiosos por saber si es seguro y eficaz en humanos.»
El descubrimiento de la BRP ofrece nuevas posibilidades a las personas que luchan contra la obesidad. Con más investigación, la molécula podría convertirse en una alternativa líder para el control seguro y eficaz del peso.
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