Tracción en pacientes con diabetes tipo 1
Cada vez más personas toman medicamentos agonistas de los receptores de GLP-1, como el Ozempic. Concretamente, estos fármacos están aprobados por la FDA para la diabetes de tipo 2 y la obesidad. Sin embargo, los pacientes con diabetes de tipo 1 también los utilizan cada vez más en contra de su uso aprobado para la diabetes de tipo 2.
Aunque muchos tienen como objetivo perder peso y regular los niveles de azúcar en sangre, aún faltan pruebas sobre sus beneficios. Aun así, su popularidad sigue creciendo.
Uso no indicado: Diabetes tipo 1
Las tasas de obesidad están aumentando entre las personas con diabetes de tipo 1. Por ello, médicos y pacientes buscan nuevas soluciones para perder peso.
Un estudio publicado en la revista Diabetes, Obesidad y Metabolismo examinó los historiales médicos de más de 200.000 personas. En concreto, revisaron los historiales de pacientes con diabetes de tipo 1 desde 2008 hasta 2023.
Durante este periodo, las tasas de obesidad aumentaron notablemente entre los pacientes de 2 a 19 años, del 18 al 26 por ciento. Mientras, entre los adultos, aumentó del 30 al 38 por ciento.
En concreto, los fármacos GLP-1 prometen controlar el apetito y reducir la glucemia. Por lo tanto, se han vuelto atractivos para quienes luchan tanto con el peso como con el control de la glucosa. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, las pruebas que respaldan su uso en la diabetes de tipo 1 siguen siendo limitadas.
Aunque no está aprobado para este uso, muchos pacientes informan de resultados positivos. Por ejemplo, afirman que el GLP-1 les ha ayudado a controlar los rápidos picos y caídas de sus niveles de azúcar en sangre. Además, afirman que los fármacos les han ayudado a perder kilos.
Aun así, el uso fuera de lo indicado plantea graves riesgos. En general, sin unas directrices adecuadas, este aumento podría tener consecuencias peligrosas.
Los riesgos superan a las recompensas, por ahora
Los expertos advierten de que los fármacos GLP-1 pueden causar hipoglucemia cuando se combinan con insulina. Además, algunos pacientes experimentan oscilaciones peligrosas de la glucemia.
Un artículo reciente de la CNN destacaba que no son infrecuentes efectos adversos como náuseas, vómitos e incluso cetoacidosis diabética.
En resumen, los riesgos pueden superar a los beneficios potenciales. Por lo tanto, es crucial una supervisión médica cuidadosa.
Los médicos piden precaución
Muchos endocrinólogos siguen siendo escépticos a la hora de prescribir GLP-1 a los pacientes de tipo 1. Hacen hincapié en que los ensayos clínicos no han demostrado que estos fármacos sean seguros o eficaces en este grupo.
Sin embargo, algunos reconocen los beneficios para determinados pacientes, que toman GLP-1 junto con insulina.
«La mayoría de los endocrinólogos de hoy en día entienden que las personas con diabetes tipo 1 -no todas, pero algunas- se beneficiarían», explicó el Dr. Viral Shah, en declaraciones a la CNN.
Sin embargo, algunos advierten de daños metabólicos a largo plazo. Por ello, instan a investigar más antes de ampliar su uso. Hasta que se disponga de más datos, los médicos sugieren ceñirse a los tratamientos aprobados. Concretamente, la información procedente de estudios aleatorizados y doble ciego será vital.
«Realmente necesitamos los datos del ensayo clínico dedicado a esta población de diabetes tipo 1 y ver si es eficaz y seguro en esta población», subrayó el autor del estudio, el Dr. Jung-Im Shin.
Cuadro mixto
A pesar de las advertencias, algunos pacientes con diabetes de tipo 1 afirman que los fármacos GLP-1 les ayudaron a perder peso y a estabilizar el azúcar en sangre.
Por otra parte, otros informan de fatiga, náuseas o bajones peligrosos. Estos resultados contradictorios ponen de manifiesto la necesidad de más educación y seguimiento. Por lo tanto, los pacientes deben discutir a fondo las opciones con su profesional sanitario.
Imagen de pikisuperstar en Freepik