Los agonistas del receptor GLP-1 están transformando radicalmente el panorama de la medicina moderna. Aunque los fabricantes de fármacos los desarrollaron originalmente para tratar la diabetes tipo 2, ahora tienen indicaciones nuevas y potenciales.
En general, los expertos pueden esperar un futuro para los AR GLP-1 que ya no se limite al control de la glucemia. Según la investigación clínica, tienen nuevos beneficios para afecciones como la enfermedad renal crónica, las cardiopatías e incluso la adicción.
Nuevas indicaciones para el GLP-1
Enfermedades cardiovasculares
En general, las terapias con GLP-1 van ahora más allá del control de la diabetes. Por ejemplo, la semaglutida, que la farmacéutica Novo Nordisk comercializa como Wegovy, está aprobada por la FDA para reducir el riesgo cardiovascular en pacientes obesos.
Esta aprobación se produjo tras la obtención de sólidos datos clínicos. En concreto, los pacientes que utilizaban fármacos GLP-1 mostraban un menor riesgo de infarto de miocardio, ictus y muerte cardiovascular.
Además, según BioSpace, la semaglutida reduce significativamente el riesgo de acontecimientos cardiacos graves. Esto amplía su valor e indicaciones más allá del control del peso y la glucosa.
Es de esperar que los cardiólogos consideren pronto los fármacos GLP-1 como terapia de primera línea.
Enfermedad renal crónica (ERC)
En enero de 2025, la FDA aprobó el Ozempic para un nuevo fin: reducir el riesgo renal en pacientes con diabetes tipo 2 y ERC. Se amplió así la creciente lista de indicaciones del fármaco.
En concreto, el ensayo FLOW demostró que la semaglutida reducía los acontecimientos de enfermedad renal en un 24%. Además, también redujo el riesgo de muerte por cualquier causa en un 20%.
Como Healio esta nueva indicación sitúa a los fármacos GLP-1 como potentes protectores renales.
“Esta nueva indicación no sólo nos permitirá reducir el riesgo de progresión de la ERC, o de desarrollo de enfermedad renal terminal en adultos con ERC y diabetes de tipo 2, sino que también ayudará a abordar el elevado riesgo CV que existe en esa población”, dijo a Healio Kevin Pantalone, catedrático de medicina Lerner de la Clínica Cleveland.
En general, los nefrólogos disponen ahora de una herramienta que hace algo más que controlar la glucosa: también protege la función renal a largo plazo.
Apnea obstructiva del sueño (AOS)
La tirzepatida, conocida como Zepbound, ha obtenido recientemente la aprobación de la FDA para el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño (AOS) de moderada a grave en adultos obesos.
El mecanismo es doble. En primer lugar, reduce el peso corporal. En segundo lugar, reduce la inflamación de las vías respiratorias. Juntos, ambos conducen a mejores resultados del sueño.
Según BioSpace, estos resultados reflejan un gran paso adelante. Tratar la AOS con un medicamento -no sólo con una máquina de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias)- era antes impensable. Con estas nuevas indicaciones para la tirzepatida, las personas que padecen AOS pueden esperar un sueño más profundo y tranquilo.
Esteatohepatitis no alcohólica (NASH/MASH)
Los fármacos GLP-1 se encuentran en ensayos de fase 3 para tratar la EHNA, que ahora suele denominarse esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (EHAM). Básicamente, es un tipo grave de lo que antes se llamaba enfermedad del hígado graso no alcohólico.
En general, estas enfermedades hepáticas afectan a millones de personas, pero sigue habiendo limitaciones en los tratamientos. Afortunadamente, los resultados muestran que las terapias con GLP-1 reducen la grasa hepática y mejoran los perfiles enzimáticos.
Actualmente, los resultados parecen prometedores. Una mejor histología hepática podría ayudar a que los medicamentos con GLP-1 obtuvieran la aprobación de la FDA. Los investigadores ven esto como un probable próximo paso en la línea de producción de GLP-1. Con el tiempo, el tratamiento del MASH podría ser una de las últimas indicaciones del GLP-1.
Enfermedades neurodegenerativas
Los científicos están probando ahora los agonistas del GLP-1 en el tratamiento de pacientes con las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, dos nuevas y potentes indicaciones potenciales.
Los fármacos resultan prometedores para reducir la inflamación cerebral, el estrés oxidativo y el daño neuronal, tres factores importantes de la neurodegeneración. Por tanto, esto podría conducir a una progresión más lenta de la enfermedad y a una mejora de la calidad de vida.
Además, los ensayos de fase inicial también muestran una seguridad y tolerabilidad alentadoras. Con el tiempo, estudios más amplios determinarán su eficacia.
Trastornos por consumo de sustancias
Las investigaciones iniciales sugieren que los agonistas del GLP-1 pueden reducir el ansia en personas con adicción al alcohol o a los opiáceos.
Actualmente, los investigadores siguen estudiando el mecanismo. Una teoría es que estos fármacos amortiguan las señales de recompensa relacionadas con la dopamina en el cerebro. En consecuencia, esto podría hacer que el alcohol o las drogas resultaran menos apetecibles.
Aunque todavía se encuentra en sus primeras fases, esta investigación está generando expectación. Ya están en marcha varios ensayos financiados por los NIH para explorar estas nuevas indicaciones potenciales del GLP-1.
Reducción del riesgo de cáncer
Los datos observacionales muestran que las terapias con GLP-1 podrían reducir los cánceres relacionados con la obesidad, especialmente el cáncer colorrectal. En concreto, un informe de Reuters cita estudios que muestran una modesta reducción del riesgo, sobre todo entre las mujeres que utilizan estos fármacos a largo plazo.
Aunque el GLP-1 no es una cura para el cáncer, podría convertirse en una herramienta de prevención, especialmente para las poblaciones de alto riesgo. Estas nuevas indicaciones podrían significar una nueva era en el tratamiento del cáncer.
A medida que los científicos reúnen más datos, los investigadores oncológicos están preparados para explorar esto más profundamente.
La cartera de indicaciones del GLP-1
La próxima oleada de terapias e indicaciones del GLP-1 ya está en desarrollo.
Agonistas dobles y triples
La tirzepatida combina las acciones del GLP-1 y el GIP. Por su parte, la retatrutida añade glucagón, lo que la convierte en un agonista triple. En general, los primeros resultados del uso de los dos AR GLP-1 muestran un control superior del peso y la glucosa.
Con el tiempo, estas moléculas de nueva generación podrían ser más potentes y tener un uso más amplio.
Fármacos orales GLP-1
Empresas como Pfizer y Lilly se apresuran a desarrollar versiones orales, como el danuglipron y el orforglipron.
La administración oral elimina la barrera de la inyección. Como tal, esto podría impulsar la adopción masiva por parte de los pacientes.
Según los informes de la industria, estos fármacos están entrando en la fase final de los ensayos con resultados sólidos.
Una talla no sirve para todos
A pesar de estas fascinantes nuevas indicaciones, los fármacos GLP-1 no son sencillos. Como señala Drug Topics, los pacientes necesitan una orientación personalizada basada en el motivo por el que toman el fármaco.
Por ejemplo, el asesoramiento para la protección renal difiere del asesoramiento para la pérdida de peso. Los profesionales sanitarios también deben tener en cuenta los perfiles de efectos secundarios y los protocolos de seguimiento.
Además, los proveedores también deben educar a los pacientes sobre las náuseas, los posibles riesgos tiroideos y la importancia de la adherencia a largo plazo.
En general, la atención de seguimiento es esencial para mantener los beneficios.
Las indicaciones redefinen la terapia
Antes, los agonistas del receptor GLP-1 empezaron como fármacos para la diabetes. Pero ahora, son fundamentales para tratar una amplia gama de enfermedades crónicas. Desde la salud cardiaca a las enfermedades hepáticas, e incluso los trastornos cerebrales, su impacto se está ampliando rápidamente.
La cartera de productos GLP-1 es muy prometedora. A medida que se aprueben nuevas indicaciones, estas terapias podrían transformar radicalmente la medicina moderna.
Preguntas frecuentes
¿Son seguros los fármacos GLP-1?
En general, sí. Los efectos secundarios habituales son náuseas y molestias gastrointestinales. Aún están apareciendo datos sobre la seguridad a largo plazo.
¿Necesitaré una inyección?
La mayoría de las opciones actuales son inyectables. Las formas orales están en desarrollo y es posible que pronto estén ampliamente disponibles.
¿Puedes tomar GLP-1 sin diabetes?
Algunos fármacos GLP-1, como la semaglutida y la liraglutida, también ofrecen beneficios para la pérdida de peso. Si padeces obesidad, tu médico puede recetarte GLP-1.
Mientras tanto, los científicos están explorando otras posibles indicaciones nuevas para los agonistas del GLP-1.
¿Funciona el GLP-1 para todo el mundo?
A pesar de su eficacia y popularidad, los fármacos GLP-1 no funcionan necesariamente en todo el mundo. Si has estado tomando GLP-1 y sigues experimentando antojos y no has perdido peso de forma considerable, puede que el medicamento no sea eficaz para ti.
¿Quién no puede tomar GLP-1?
Aunque los GLP-1 tienen indicaciones, también tienen contraindicaciones, como cualquier otro fármaco. En general, las personas con antecedentes de afecciones relacionadas con el tiroides, pancreatitis, enfermedades gastrointestinales y problemas renales deben evitar el GLP-1.
¿Es el GLP-1 mejor que la metformina?
En primer lugar, es importante señalar que tanto los agonistas del receptor de GLP-1 como la metformina son medicamentos eficaces para controlar la diabetes de tipo 2. Por tanto, uno no es necesariamente “mejor” que otro.
Sin embargo, los profesionales sanitarios pueden preferir el GLP-1 a la metformina dependiendo de determinadas situaciones. Por ejemplo, si el paciente también necesita perder peso o protegerse contra las enfermedades cardiacas, entonces el GLP-1 ofrece estos beneficios adicionales.
¿Qué ocurre si una persona no diabética toma semaglutida?
Un estudio demostró que cuando los adultos sin diabetes tipo 2 tomaban semaglutida a diario, perdían más peso que los que tomaban un placebo.
¿Cuánto tiempo puedes seguir tomando GLP-1?
En la actualidad, no existe un plazo recomendado sobre cuándo deben dejar de tomar GLP-1 los pacientes. Pero, en general, los adultos estadounidenses pueden tomarlo durante seis meses.
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